Las fresas deberían estar prohibidas. ¿Cómo pueden estar tan buenas? Es una fruta bella, aromática, suculenta. Desde pequeña que me vuelven loca…
Lo mejor, a parte de lo exquisito de su sabor, son sus propiedades nutritivas (véase apartado Propiedades nutricionales y Medicinal de la wikipedia en español) . Son poco calóricas ya que son casi todo agua, y entre otras cosas aportan: fibra, vitamina y potasio. Son antioxidantes, diuréticas,… En fin, la lista es larga. En el artículo Fresas y Fresones de Consumer Eroski encontraréis más detalles.
Así que, ¿quién puede resistirse a unas fresas como las de la foto?
Yo no me pude resistir y el domingo acabé comprando en el mercado de Tordera una caja de fresas de 2 kg. Tras varios días tomando fresas de postre, y a pesar de que me encantan, estoy un poco saturadilla. Así que he congelado medio kilo de fresas. ¿Qué cómo se congelan? En google podéis encontrar varias páginas con explicaciones, pero yo simplemente las he lavado, secado y metido en bolsas de congelación. De aquí a unos meses ya os diré cómo han quedado.
Con las fresas se corre el riesgo de que sean ácidas. Sin embargo, existe un truco para preparar las frases que ayuda a quitarles la acidez: el vinagre.
Para quitar la acidez de las fresas:
- Lavar las fresas (400 gramos), trocearlas y colocarlas en un bol
- Echar 1 cucharada de azúcar por cada 100 gramos de fresas
- Echar un par de gotitas de vinagre
- Remover para que se mezcle todo bien
- Dejar macerar las fresas hasta que hayan soltado todo el líquido y se haya conseguido una especie de jarábe.
Se supone que con un par de horas basta para que maceren, pero cuanto más tiempo estén macerando, mejor.
La semana pasada lo hice con vinagre normal y quizá me pasé con las gotas de vinagre (eché un chorro). Por eso aconsejo mejor quedarse corto, echar menos vinagre y si hace falta corregir con azúcar o agua.
Sin embargo, lo que realmente aconsejo es usar vinagre balsámico de Módena (o aceto balsámico). Las que prepararé ayer para hoy las hice con vinagre de Módena y salieron exquisitas. El vinagre balsámico realza mucho más el sabor de las fresas y no se nota nada el sabor del vinagre. ¡Haced la prueba!
No sé cómo describir lo buenas que estaban estas fresas, tan dulces en su propio jugo… ¡slurps! Aún me estoy relamiendo, jajaja.
A pesar de que nos las podíamos haber comido solas, quise hacer una macedonia, así que le añadí un par de plátanos en rodajas y 1 naranja a trozos.
Si las fresas solas estaban buenísimas, la macedonia de frutas estaba de infarto.
Probadlo y ya me diréis…